web al plato

Hoy mientras Envero desayunaba en McDonalds (como todos los viernes) surgíó una charla sobre la muerte, partida, chau chau mundo cruel, del webmaster. De ahí surgió el post.

Robándole la letra a Sabina, no sé si el traje de madera que estrenaré está siquiera plantado, no lo sé. De lo único que estoy seguro es del lío que se “adjunta” a mi partida.

¿Alguien se ha preguntado, por ejemplo, quién va a seguir con nuestro impecable trabajo?

Para que no cunda el pánico se nos ocurrieron las “Líneas adicionales en el testamento de un webmaster”. Dirían mas o menos asi:

Deben mantener las cuentas donde tengo registrados los dominios. Los dominios son los nombres de las páginas web, ejemplo: hotmail.com, facebook.com.

Empiezo por NIC.ar porque creo que es lo más enredado. Mis datos de Persona son XX, mi Entidad es XX. Cuando deseen registrar un dominio deben ingresar al sitio, le pedirán mis datos de Persona y Entidad, les llegará un mail avisando del trámite deben responerlo con cuidado porque ese mail activa el trámite y si no lo responden exactamente como se les envió no puede ser iniciado y da error. Posibles causas de error: el cliente de correo agrega texto al final del mail, el antivirus agrega texto al final del mail. Luego …., pfff, por favor compren dominios “.com”, olvidense de NIC.ar, en goddady.com sólo necesitan tarjeta de crédito y en un segundo quedan funcionando.

Cedo mi cuenta de godaddy.com a mi hijo/a o esposa o madre/padre (en ese orden).

Hosting. Es el lugar donde están guardaditas las web para que cualquier persona pueda consultarlas, por favor renovarlo anualmente o activar para que se auto renueve.

Cedo mi cuenta de dreamhost.com y mediatemple.net a mi hijo/a o esposa o madre/padre (en ese orden).

Es importante el orden en el que se ceden los derechos, creo que mi hijo tendrá más domino de todo esto que mi esposa o mis padres.

Por último, debo escribir la siguiente línea para el bien de muchas personas (no se si el mío).

Cedo mi cuenta de google.com a mi hijo/a.

Hijo/a sos responsable de seguir mi vida, no le cuentes nada a tu mami.

Con estas lineas la mayoría de nuestros clientes deberían quedar tranquilos y la integridad de nuestra familia resguardada.

¿Se me olvidó algo?