Accesibilidad en Argentina
escrito el 14 de Enero de 2008 por Sebastián Veggiani
Voy a comenzar este post con un relato de un tramo del programa de televisión CQC que se emitió en el 2007 por el canal Telefé de la República Argentina. No he podido encontrar un video por lo que voy a hacer una transcripción libre de lo que recuerdo.
El informe trataba sobre los inconvenientes que tienen las personas con algún tipo de discapacidad para vivir en estas, nuestras ciudades. El caso al que me quiero referir es el de un edificio que no contaba con rampa de acceso para silla de ruedas y en el que vivía una persona que para movilizarse utilizaba una.
El periodista entrevista a la propietaria del edificio y le pregunta por qué no construía en el mismo la rampa para que esta persona pudiera acceder a su hogar. Ante esta pregunta la mujer responde algo así como: porque afea la vista del edificio.
Ante la respuesta el periodista bastante indignado le plantea: ¿pero que pensaría Ud. si por algún motivo se encontrara en las mismas condiciones que esta persona y necesitara de la rampa para poder entrar a su casa? Todavía no puedo explicar la sensación que me causó la respuesta de la mujer. Esta “mujer” respondió: “No, a mí no me va a pasar”. Al otro día muchos comentábamos sobre la barbaridad y falta de solidaridad de esta persona y sobre su actitud soberbia.
Pero entonces hoy meditando un poco sobre la accesibilidad web me pregunto:
¿No es la misma actitud que tomamos los diseñadores y desarrolladores web cuando decidimos no contemplar la accesibilidad en nuestros proyectos por una cuestión estética o de funcionalidad?
Yo creo que sí y me provoca vergüenza propia. Y no me despego de la acusación porque si bien intentamos que nuestros proyectos sean accesibles, no siempre hay tiempo de analizarlos a fondo.
Peor aún son los casos en que el cliente no escucha los consejos y decide directamente ignorarla. Estoy seguro que esto nos ocurre a nosotros y a la mayoría de nuestros colegas.
Cuestiones de fondo
Sin entrar en la dimensión ética del asunto, porque no me considero quién para opinar desde ese escalón, creo que la cuestión de fondo está en nuestras leyes y normas.
Cuando leo un post en el blog de Gabriel Porras en el que cuenta que en España (que ya tiene legislación al respecto para organismos oficiales) se les va a comenzar a exigir a las empresas y organismos privados de cierta envergadura que sus sitios web sean accesibles me pregunto: ¿cómo estamos hoy en este aspecto en Argentina?
En la actualidad, me animo a apostar que el 98% de los sitios de entidades oficiales tienen serias dificultades con respecto a la accesibilidad de la información. Muchos sitios ni siquiera funcionan correctamente en navegadores que no sean Internet Explorer. Si miramos un poco más cerca, en Mendoza la situación es catastrófica.
Habiendo trabajado en algunos organismos del gobierno de esta provincia, justamente en áreas que tenían que ver con sus sitios web en internet e intranets saco la conclusión de que el problema es la siguiente combinación de factores:
- No hay ningún tipo de exigencia con respecto a la accesibilidad hacia las personas encargadas de esta tarea.
- Las personas que realizan los sitios web de estos organismos son empleados sin conocimientos sobre el tema y que, con buena voluntad, se encargan de esta tarea. No conozco que se contrate o consulte un profesional salvo un sólo caso de un colega conocido.
A veces, por ser positivo, pienso que son sitios que ya tienen su antigüedad (yo he realizado sitios con graves falencias no hace mucho tiempo). Pero luego al ver que los proyectos recientes tampoco tienen alguna contemplación al respecto uno avizora un horizonte un tanto oscuro en la materia.
¿Quién dijo que todo está perdido…?
No todo es negro y desesperanzador. Estamos dando nuestros primeros pasos formales para la accesibilidad de sitios web. Hay un proyecto de ley que ha sido sancionado en la Cámara de Diputados y ha pasado al Senado para su tratamiento.
Hay algunos profesionales (como Eugenia Jongewaard, Bruno Vilches, accesible y otros más) divulgando los motivos por los que debemos crear sitios web accesibles. Hay movimientos interesantes al respecto. La cosa se está moviendo. ¿Estaremos despertando?
Hay MUCHA información disponible en internet al respecto. Un material excelente que explica claramente para todo el mundo lo que es la accesibilidad para sitios web que ha preparado Eugenia: Accesibilizando la Web.
Para terminar, propongo que cada vez que encaremos un nuevo proyecto nos comprometamos a tener en cuenta la accesibilidad del mismo. No seamos como la mujer propietaria del edificio que prefiere su comodidad y la estética de su edificio a facilitarle la vida a una persona que de por si ya la tiene complicada. Aunque suene fuerte, pensemos que mañana todos podemos ser ciegos, sordos o tener algún problema motriz (toco madera por todos). Pensemos que nos puede pasar a nosotros. Pensemos en el otro. ¡Pensemos!
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